Fiestas de Moros y Cristianos

FIESTAS EN HONOR AL SANTO NIÑO DE VALERA DE ABAJO

La Fiesta de Moros y Cristianos de Valera, cuyos primeros indicios se remontan al siglo XVI, es un evento cargado de historia y leyendas.

Unos días de sentimiento y emoción para los residentes de Valera de Abajo, en Cuenca.

Historia de las fiestas de Moros y Cristianos, de Valera de Abajo, en Cuenca

Se cree que fue Don Diego Fernández de Alarcón, el primer Señor de Valera, quien inició esta celebración en 1591.

Este festejo conmemora las antiguas batallas entre musulmanes y cristianos.

Sin embargo, no es solo un recordatorio de conflictos pasados; también marca el inicio de la devoción al Santo Niño, particularmente durante la construcción del convento de las Carmelitas en Valera.

Esta obra, apoyada por Doña Luisa Carrillo y Alarcón, hermana del Señor de Valera, está envuelta en historias sobre una “cestita milagrosa” que, según cuenta la leyenda, se llenaba de monedas de oro para financiar la construcción cuando más se necesitaba.

Sor Ana de San Agustín, quien vivió en Valera desde 1600 hasta 1616, fue la fundadora del convento.

Se le atribuyen grandes virtudes, talento y santidad, y se dice que el Santo Niño se le apareció en varias ocasiones para asistirla en la construcción del convento y alentarla.

A raíz de estos eventos, el pueblo de Valera desarrolló una profunda fe y devoción hacia el Santo Niño.

Aunque no existen registros escritos que confirmen la antigüedad de estas tradiciones, se han transmitido oralmente de generación en generación.

La primera evidencia escrita de la fiesta data de 1832, contenida en los reglamentos de las Compañías de Moros y Cristianos bajo el lema “Dulce nombre de Jesús”.

La Compañía de Cristianos, según se documenta en un libro que detalla la lista de hermanos y otros aspectos, fue reconstruida en 1872.

Posteriormente, en 1923, fue renovada por el general Bonifacio Haro, el Capitán Juan Antonio Pérez Saiz, y otros oficiales, incluyendo a Casimiro Hortelano y Julián Serrano.

En paralelo, la Compañía de Moros también fue reconstruida en 1872, de acuerdo con su Reglamento de Reorganización.

Esta fiesta, arraigada en la historia y el misticismo, continúa siendo un elemento vital de la identidad cultural de Valera.

¿Cómo han influido estas tradiciones en la identidad y cohesión social del pueblo de Valera a lo largo de los siglos?

FIESTAS EN HONOR A LA VIRGEN DEL ROSARIO DE VALERA DE ABAJO

Estas otras fiestas de Valera de Abajo son también muy populares, aunque desde luego no cuentan con la misma que las fiestas de Santo Niño.

Se tratan de unas fiestas mucho más tradicionales ya que sus actos son la coronación de reina y damas, la tradicional misa y procesión, corridas y otros espectáculos taurinos, verbenas musicales…

Se celebran el primer fin de semana de octubre desde tiempos ancestrales.

Las fiestas de Moros y Cristianos de Valera de Abajo, perteneciente a la localidad de Las Valeras en Cuenca, son una de las tradiciones más vivaces y coloridas de la región, evocando siglos de historia en su dramático y festivo intercambio.

Anualmente, los residentes de Valera de Abajo se transforman en actores de una fascinante narración que mezcla historia, cultura y religión.

Las celebraciones de Moros y Cristianos rememoran las épocas medievales, cuando la Península Ibérica estaba dividida entre los reinos musulmanes al sur y los reinos cristianos al norte. Estas fiestas, llenas de batallas simuladas, procesiones y eventos festivos, rinden homenaje a la Reconquista, el proceso histórico por el que los reinos cristianos recuperaron gradualmente los territorios ocupados por los musulmanes.

En Valera de Abajo (Cuenca), la celebración de Moros y Cristianos se distingue por su entusiasmo y autenticidad.

El evento generalmente se desarrolla en varias etapas que recrean diferentes aspectos de la lucha histórica. Los participantes se dividen en tropas (o también llamadas filas), grandes grupos de personas que representan tanto a los moros como a los cristianos, y se visten con trajes detallados y extravagantes que recuerdan a los guerreros y nobles de la época.

La festividad empieza con el desfile inaugural, donde todas las tropas (también llamadas filas) marchan por las calles de la localidad con su indumentaria al completo, desde brillantes y coloridos trajes hasta elaborados uniformes, capas y turbantes.

Los espectáculos de música y danza son una parte integral de las celebraciones, con bandas que animan a la multitud con ritmos vibrantes y pasos que apenas descansan durante los días que las fiestas son celebradas.

Representantes de las fiestas de Moros y Cristianos en Cuenca

Una de las partes más emocionantes de la festividad es la recreación de las batallas entre los moros y los cristianos.

Estos eventos teatrales y emocionantes son una muestra de valentía y drama, con los participantes lanzándose al combate con espadas, en un espectáculo de pólvora y estruendo que llena el aire con la emoción de la batalla.

Pero las fiestas de Moros y Cristianos de Valera de Abajo, no son sólo una remembranza de batallas antiguas, también son una oportunidad para la comunidad de Valera de Abajo de reunirse y celebrar.

Las calles se llenan de alegría y las casas de las personas responsables en ese año de organizar un lugar donde descansar las tropas y disfrutar de un tentempié lucen más bonitas y con más ilusión que nunca.

Como cualquier celebración religiosa, la fiesta de Moros y Cristianos también tiene su parte espiritual. Suele culminar con una procesión en la que la imagen del santo niño de la localidad es llevada por las calles, acompañada por los fieles y seguida por las tropas de moros y cristianos en un ambiente de respeto y devoción.

Las fiestas de Moros y Cristianos de Valera de Abajo son, en definitiva, una experiencia inolvidable que ofrece una visión fascinante de la rica historia y cultura de España.

Invitamos a todos a unirse a esta celebración y a experimentar por sí mismos la pasión y el espíritu festivo de las Valeras en Cuenca en unos días donde el pueblo entero se llena de ilusión y donde se siente un sentimiento muy especial.